"Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible."
Mohandas Gandhi

jueves, 22 de enero de 2009

La marcha de la sal (desobediencia civil)

http://es.wikipedia.org/wiki/Marcha_de_la_sal




El 12 de marzo de 1930, Mohandas Karamchand Gandhi emprende la conocida como Marcha de la Sal con vistas a arrancar la independencia de la India al Imperio Británico.

En los años precedentes, el Mahatma había multiplicado las manifestaciones no violentas y las huelgas de hambre para obtener para el Imperio de las Indias un estatuto de autonomía análogo al concedido a las colonias de población europea como Canadá y Australia.

Al no conseguir resultados, ciertos miembros de su partido, el Partido del Congreso Nacional Indio, se impacientan y amenazan con desencadenar una guerra a favor de la independencia.

Gandhi, para no ser desbordado, advierte al virrey de la India que su próxima campaña de desobediencia civil tendrá como objetivo la independencia. Así pues deja su áshram de los alrededores de Ahmedabad, al noroeste del país, acompañado de algunas decenas de discípulos y de un séquito de periodistas.

Después de un recorrido a pie de 300 kilómetros, llega el 6 de abril de 1930 a la costa del Océano Índico. Avanza dentro del agua y recoge en sus manos un poco de sal. Por este gesto irrisorio y altamente simbólico, Gandhi alienta a sus compatriotas a violar el monopolio del estado sobre la distribución de sal. Este monopolio obliga a todos los consumidores indios, incluidos los más pobres, a pagar un impuesto sobre la sal y les prohíbe recolectarla ellos mismos. Es análogo a la gabela que, bajo el Antiguo Régimen gravaba la sal en Francia.

En la playa, la multitud, nutrida de varios miles de simpatizantes, imita al Mahatma y recoge agua salada en recipientes. Su ejemplo es seguido por todo el país. De Karachi a Bombay los Indios evaporan el agua y recogen la sal a plena luz del dia, desafiando a los británicos. Estos últimos llenan sus cárceles con 60.000 ladrones de sal indios.

Los indios, fieles a las recomendaciones de Gandhi, no se resisten. El mismo Mahatma es detenido y pasa nueve meses en prisión. Finalmente, el virrey reconoce su impotencia para imponer la ley británica. Cediendo a las peticiones de Gandhi, libera a todos los prisioneros y reconoce a los indios el derecho a recolectar ellos mismos la sal.

Desacertado por aquel entonces en la oposición parlamentaria, Winston Churchill ironiza sobre el fakir sedicioso que sube medio desnudo las escaleras del palacio del virrey.

El Mahatma es recibido triunfalmente en Londres por los liberales británicos que aceptan una próxima independencia de la India. Ésta será aplazada por la Segunda Guerra Mundial y las disensiones entre hindúes y musulmanes. El 15 de agosto de 1947, el Imperio de las Indias se convertirá por fin en independiente pero al precio de una salvaje guerra religiosa y de la separación de India y Pakistán. En el contexto de este conflicto, Gandhi perderá la vida el 30 de enero de 1948, víctima de un fanático derechista hindú.

La Marcha de la sal supone para los hindúes el equivalente al motín del té en Boston que condujo a los Estados Unidos a la independencia.

A lo largo de la marcha, Gandhi y sus seguidores entonan a modo de himno el mantra Raghupati.